(dpa) – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, canceló hoy su viaje de fin de semana a Florida, donde tenía previsto celebrar el primer aniversario de su investidura, ante la posibilidad de un cierre del Gobierno federal si el Congreso no aprueba un nuevo presupuesto antes de la medianoche local.
La Casa Blanca anunció oficialmente la cancelación del viaje a primera hora de la tarde en Washington. Fue poco después de que el mandatario citara al líder de la minoría demócrata en el Senador, Chuck Schumer, para intentar llegar a un acuerdo que permita la aprobación del presupuesto federal.
Por su parte, Schumer dijo tras el encuentro que hubo «algunos progresos» en la reunión con Trump. El abogado neoyorquino afirmó que el «largo y detallado» encuentro «cubrió todos los temas importantes».
Sin embargo, añadió: «Seguimos teniendo un buen número de desacuerdos. Las discusiones continuarán».
Trump tenía previsto inicialmente salir de Washington en la tarde de este viernes. En su mansión de Mar-a-Lago se organizó mañana sábado una gala para conmemorar su primer año en la Casa Blanca.
El Senado tiene hasta la medianoche de este viernes para aprobar un presupuesto federal y evitar el «shutdown» o cierre del Gobierno federal ante la falta de fondos para financiarse.
Los republicanos de Trump tienen la mayoría en la cámara, pero sus votos son insuficientes para aprobarlo y necesitan para ello a los demócratas.
El director de Presupuestos de la Casa Blanca, el republicano Mick Mulvaney, dijo hoy más temprano que los demócratas no tienen razón alguna para votar en contra de la ley que prorrogaría los presupuestos cuatro semanas más. «No están en contra de nada de lo que hay en esa ley y sin embargo están en contra de esa ley», señaló.
Incluso Trump usó Twitter para fustigar a los demócratas. «La Cámara de Representantes aprobó la pasada noche la financiación para el Gobierno. Ahora se necesita a los demócratas para que se apruebe en el Senado, pero quieren inmigración ilegal y fronteras débiles. ¿Se viene un ‘shutdown’? ¡Necesitamos más victorias republicanas en 2018!», escribió.
A primera hora de la tarde de hoy, no se había podido alcanzar un acuerdo. El origen del problema no tiene que ver con discrepancias financieras, sino políticas. Los demócratas condicionaron hace ya meses su respaldo a que se apruebe una solución legislativa para los «dreamers» (soñadores).
Son los jóvenes indocumentados que fueron llevados de niños a Estados Unidos por sus padres y que se encuentran en la cuerda floja desde que, en septiembre, Trump canceló DACA, el programa con el que Obama los protegió de la deportación y les otorgó permisos temporales de trabajo.
Los demócratas accedieron en diciembre a respaldar una prórroga más del presupuesto -la tercera desde el comienzo del nuevo año fiscal, el 1 de octubre- y los «dreamers», en un 80 por ciento mexicanos, les recriminaron haberles abandonado.
Esta vez se han mantenido firmes hasta el último día del plazo ante los intentos de los republicanos de convencerlos para aprobar una nueva prórroga, ya que la aprobación de una solución a DACA es prácticamente imposible en el más corto plazo después de que Trump rechazara la semana pasada un acuerdo al que casi habían llegado los dos partidos.
En noviembre de este año hay elecciones legislativas de medio término y los demócratas tienen un gran voto hispano.