Berlín (dpa) – Los esquiadores están acostumbrados a almorzar rápidamente en un restaurante de montaña tipo cantina con autoservicio. Patatas fritas, escalope rebozado y espagueti boloñesa. Sin embargo, en los últimos años algo ha cambiado en las montañas de Austria. Además de las cantinas, ahora hay también restaurantes «lounge». Son coquetos, estilizados y acogedores. Y el menú no está nada mal.
Por ejemplo en Serfaus, donde ha sido inaugurado el primer «lounge» para esquiadores en Tirol. El mánager del proyecto explica por qué: «Se creó un evento llamado Adventure Night (noche de aventura) en la pendiente de enfrente, donde todas las semanas se celebraba un espectáculo gigantesco». Sin embargo, los visitantes tenían que estar afuera, a una altura de 2.000 metros, en el corazón del invierno. «Demasiado frío para mucha gente, y así surgió la idea de instalar aquí una gastronomía festiva.
Junto a la puerta, el visitante se quita los esquíes o botas de snowboard, que durante la estancia en el restaurante se colocan en aparatos de calefacción. Meten los pies en unas «Patschen», zapatillas calientes de fieltro. Con ellas se puede caminar suavemente en el restaurante totalmente acristalado, donde hay sillones de cuero y sofás acogedores agrupados en torno a una chimenea ardiendo y con vistas a las montañas.
En vez de escalope rebozado y patatas fritas hay aquí filete tártaro de ternera adobado con huevo frito de codorniz o carpaccio de bacalao ahumado con wasabi-panna-cotta y shiso purple. Y por supuesto, nadie tiene que traer su comida en una bandeja.
La cabaña «Wedelhütte», en el valle Hochziller, está dividida en varias áreas. «Hace apenas un par de años remodelamos totalmente la cabaña», cuenta Manfred Kleiner, quien desarrolló el proyecto. En este caso, sin embargo, la palabra «cabaña» es demasiado modesta.
En este restaurante, situado a una altura de 2.350 metros, todo es de gran calidad, sobre todo en el salón gourmet en la primera planta, donde en el menú figuran especialidades como dry aged beef (carne de vacuno añejada). Uno también puede pernoctar en la «Wedelhütte». Hay 11 suites, todas decoradas con mucha madera y cristal y que ofrecen una vista panorámica de las montañas aledañas.
Mientras que en el valle de Hochziller se apuesta por un ambiente clásico moderno, en la cabaña «Stieralm» en Nauders, en el puerto de montaña Reschenpass, hay un par de pufs en la nieve y música agradable. Lo interesante de esta cabaña, adonde solo se puede acceder en esquís o snowboard, es su historia. «Stieralm» significa «pradera alpina de toros». El nombre no fue escogido al azar: en el pasado estaban encerrados en este enorme edificio los toros del pueblo, junto a los cuales vivían los pastores.
No solo en Tirol hay cabañas acogedoras. También en el estado de Salzburgo se han construido o remodelado cabañas modernas en los últimos años. No solo ofrecen un ambiente elegante y acogedor, sino también menús que normalmente uno esperaría en un restaurante de alto nivel en una ciudad grande y no en una posada de montaña en medio de una estación de esquí.
Un ejemplo es la «Steinbockalm». Está situada en Maria Alm y también es muy accesible para los no esquiadores. Las paredes acristaladas ofrecen una imponente vista de las montañas. El cristal también es un importante material de construcción en la «Deantnerin», que también está situada en la gigantesca estación Ski Amadé. Gracias a un amplio cimiento de hormigón, parece que una parte de esta cabaña está colgada de la nada.
Por Verena Wolff