(dpa) – La vía férrea de alta velocidad que permite cubrir en menos de cuatro horas el trayecto de 623 kilómetros entre Múnich y Berlín sufrió en la madrugada de hoy sus primeras averías tan solo horas después de ser inaugurada con una flamante ceremonia presidida por la canciller alemana, Angela Merkel.
«Uno de los dos convoyes especiales tuvo que detenerse en varias ocasiones durante el viaje de regreso a Múnich», admitió hoy una portavoz de los ferrocarriles alemanes, Deutsche Bahn.
«El tren precisó cerca de seis horas para culminar el trayecto», agregó la vocera. La razón de este retraso, según las primeras informaciones, serían problemas técnicos del vehículo.
A bordo viajaba un pasaje integrado por unos 200 periodistas e invitados de honor que tenía previsto llegar a Múnich a las 23:15 de la noche del viernes pero que sin embargo no alcanzó la capital bávara hasta casi la una y media de la madrugada de hoy.
Tan solo unas horas antes, el tren había logrado culminar con puntualidad su primer trayecto oficial entre Múnich y Berlín llevando entre sus viajeros a la canciller Angela Merkel, que se subió al convoy en la penúltima parada para descender en la estación central de la capital alemana y presidir una ceremonia inaugural para celebrar tan importante hito.
«Es impresionante lo que este proyecto contribuye a la unidad de Alemania. Esta nueva línea rápida es enormemente eficiente y competitiva en relación a otros medios como el avión o el transporte por carretera», dijo la dirigente sin prever que en el viaje de regreso a Múnich el tren sufriría sus primeros problemas.
A partir de mañana domingo, la conexión comenzará a funcionar con normalidad. El trayecto de Berlín a Múnich se acortará de seis a poco menos de cuatro horas. El Intercity Express (ICE) Sprinter, con menos paradas, necesitará 3:55 horas, mientras que el ICE normal recorrerá esta distancia con más paradas en cuatro horas y media.